– Monse & Chris –

NUESTRA HISTORIA

De Monse:
Nos conocimos en Wong’s -una experiencia clásica de la comida china y el mal diseño interior- después de hablar varias semanas en línea. Chris llegó tarde, que no es común en él, y tenía una reunión con amigos mas tarde como táctica de escape; yo llegué temprano, que no es común en mi, solo por que tenía otra reunión con amigos en San José ese mismo día, y todavía tenía tiempo de cancelar a último minuto.

Entre dumplings y Pilsen, pasamos varias horas hablando en un booth pegajoso, sintiendonos tan cómodos como si fuéramos amigos de antes; emocionados por el potencial de esta nueva persona que geográficamente hablando no estabamos destinados a conocer.

¡Y aquí estamos 7 años después! -y 7 casas compartidas después- planeando nuestra boda como un paso que se siente natural, en medio de muchos proyectos más que nos mantienen creando y amando juntos 🙂 ¡Estamos listos!
De Chris:
We met at a dumpy chinese restaurant, after chatting for some time online, and felt an immediate connection. The food was surprising good! And I remember specifically telling Monse that she felt like someone I had known for years, someone I could be best friends with.

Since that evening, our story has unfolded across borders and landscapes. We’ve traveled to fifteen countries together, built a life across five different homes here in Costa Rica, and adopted two little dogs who now rule our hearts (and our couch).

Together, we’ve grown not just as a couple, but as dreamers and builders. From small DIY furniture projects and afternoons in the garden to full-fledged buildings and homes, we’ve discovered that we work, live, and love best when we’re building something side by side.

This wedding is not just a celebration of love. It is a continuation of the journey we began that night in San José, in a restaurant with sticky tables and really good dumplings, where two people found in each other something both new and wonderfully familiar.
Nuestras Perritas
Adoptamos a Pipa durante la pandemia, una perrita zaguata mezcla de pastor australiano y quién sabe cuántas cosas más. Nos contaron que la habían rescatado de una casa en el centro de Pérez Zeledón donde vivían otros diez perros. El día que la adoptamos nos quedamos varados en una calle rural y por supuesto nos hizo saber que no había dejado el refugio para empeorar su situación… desde ese día vivimos tratando de demostrar que somos dignos de su amor y confianza.

Después llegó Olivia, nuestra cabrita (dicen las malas lenguas que se la robamos a una señora en Villas de Ayarco). Pipa quería una amiga pero Oli entendió de inmediato que su rol sería realmente el de una coach de vida perruna, lider espiritual y manager de los horarios de paseo.

Por supuesto que las dos estarán en la boda. Contactar a Oli para horarios disponibles de mimos.